LA PRIVACIDAD de nuestros alumnos


Ayer me sucedió una cosa curiosa, un alumno de 1º Eso no quería que le diera su nota en voz alta delante de sus compañeros. Cuando le pregunte el motivo, se escudó en su PRIVACIDAD y en que nadie tenía porque saber su nota. Después de comentar durante varios minutos en clase el beneficio de dicho acto, la repercusión o trascendencia que ello conllevaba, me fui horrorizado por tan valiente atrevimiento por parte del alumno.
No saben de matemáticas, ni de historia, son casi analfabetos intelectuales, no saben de sus deberes, pero ojo, SI DE SUS DERECHOS. Y entre ellos está su PRIVACIDAD.
Rápido me puse a investigar sobre el tema, sobre la famosa Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal. Las modificaciones que han ido surgiendo a lo largo de los años y la que está a punto de caer debido al Reglamento europeo de protección de datos que entra en vigor el 25 de mayo de 2018.
Investigando comprobé que el  Reglamento pretende dar mayor poder a los interesados sobre sus datos personales, tanto en redes sociales, smartphones, banca online, etc., de forma que tendrán mayor control sobre sus datos. Pero insistí sobre la PRIVACIDAD.
Encontré como las Universidades no pueden publicar las notas de los alumnos en tablones oficiales por dicha ley, y lo mismo pasa con los IES. Todo puede salvarse si  al comenzar el curso escolar los alumnos firman una autorización permitiendo que estos datos si puedan utilizarse para la cuestión académica en cuestión. Por eso al formalizar las matriculas rellenar un documento donde se formaliza dicha cesión de datos con carácter informativo. Aquel que no la firma NO PUEDE APARECER EN DICHOS LISTADOS, y la ley estipula sanciones hasta los 300.00€.
Seguí investigando sobre dar las notas en voz alta en las clases. Quería saber si es un delito contra la PRIVACIDAD del alumno, y encontré varias explicaciones.
Para ser delito ha de figurar en el escrito el Nombre+ Apellidos +Nota o en su defecto Dni o Expediente Académico+Nota. Pregunté a “San Google” sobre dar las notas en voz alta en clase…..y hay OPINIONES para todos los gustos pero NO SANCIONES. No hay PRIVACIDAD hacia el alumno, el profesor puede darlas sin mayor problema sancionador, ahora si LA SANCIÓN VA A VENIR POR PARTE DE LA SOCIEDAD.
Recordé varias anécdotas del pasado.
La primera fue en un Septiembre del año 2005. Para ayudar a los alumnos a que prepararán el examen de matemáticas realice una batería de ejercicios que tenían que hacer en el verano. Acompañe dichos ejercicios con su solución. Unas de las alumnas saco 3,75 y sus padres vinieron a reclamar¡¡¡¡ Ella no vino, sus padres. Cuando empezamos a charlar ellos me dijeron que había mentido a los alumnos, que había prometido algo que luego no había cumplido.
Les pregunté si ellos habían visto a su hija realizar los ejercicios y me dijeron “nosotros no nos metemos en la vida privada de nuestra hija” LA PRIVACIDAD que decía mi alumno el otro día. También pregunté ¿por qué no ha venido ella a reclamar? De nuevo la privacidad. Ellos no se metían en su vida, confiaban en ella y para eso la habían educado.
La solución fue bastante fácil. Cuando nos juntamos las tres partes, padres, hija y profesor, ella confeso que solo se había estudiado la mitad de los ejercicios y que pensaba que con eso valdría. Que como la mitad del examen  tendría que caer de la primera mitad de los ejercicios resueltos ¿para qué estudiar más?
La cara de los padres fue un poema. La explicaron que yo no tenía que poner esa distribución. Eran 10 ejercicios del total de los entregados y los tenía todos corregidos. Esa PRIVACIDAD le costó repetir a la alumna.
Otro caso fue en Abril del 2004, una madre vino a una tutoría extrañada por las malas notas de su hijo. Cuando empezamos a charlar le pregunté sobre si sabía el contenido de la mochila de su hijo. La contestación fue parecida al caso anterior, “son cosas de mi hijo, él es el que tiene que preocuparse y yo no miro entre sus cosas”. Seguimos charlando y le pregunté si tenía sitio para que su hijo estudiara en su habitación. ¡¡¡ No lo sabía ¡¡¡ la disculpa fue, es su habitación, él se encarga de ordenarla, luego viene una chica que es la que limpia, etc etc.
Cuando el alumno accedió al aula y fue preguntado por las cuestiones la cara de la madre fue un poema. La mochila no llevaba ni libros ni cuadernos pero si una consola de juegos. En cuanto a su habitación, entre ordenador, consola y televisión no había lugar para colocar un maldito cuaderno. Era imposible estudiar y la madre no tenía ni idea. La PRIVACIDAD de su hijo había ocultado la tremenda mentira. Repitió evidentemente.
Privacidad…..que engaño que enseñan los padres a los hijos. El problema es la ofensa o humillación que siente sus hijo por decir la nota en alto. Sus “príncipes o princesas” oyendo algo que no les gusta. Ellos que siempre escuchan cosas maravillosas en casa de repente en clase oyen “Fulanito de Tal CERO”. Ese es el problema, y encima todos los amigos lo saben y tu vecina, y ya no puedes alardear en el MERCADONA de lo buen estudiante que es tu hijo. Si ha sacado un CERO
Entonces la PRIVACIDAD no es del hijo, es de toda la familia. Nadie quiere que se sepa que el niño no hace nada en clase, que suspende, que no han puesto remedio a esa situación. Los padres prefieren OCULTARLO al resto para solo decírselo a aquellos que ellos consideran que tienen que saberlo. Lo disfrazaran de alguna forma para evitar el sufrimiento del niño, el trauma de la mala nota. Pero la realidad es que ha suspendido.
Cuando el niño viva en la burbuja de la PRIVACIDAD llegará el momento que suspender no le importe, no tendrá ningún tipo de consecuencia  y entonces FRACASO ESCOLAR al canto. La culpa del profesor que no le motiva, que explica muy rápido, que no entiende a su hijo, que le ha tomado manía y un montón de escusas para quitarse el problema de encima.
Pero la PRIVACIDAD se está convirtiendo más peligrosa con los contenidos que los niños están viendo por la televisión, tablet, ordenador y smartphones. Los padres han perdido el control de dichas herramientas y los hijos se niegan a entregar o enseñar el contenido a los padres amparándose en su PRIVACIDAD. La mayoría de ellos cae en el juego de los hijos y cuando queremos reaccionar ya es demasiado tarde. Jóvenes que tienen una doble vida en internet , que muestran su verdadero YO en Instagram , que publican sus sentimientos diarios por Facebook y que mantienen relaciones por Whatsapps desconociéndolo sus padres. Esos padres que dicen que no miran el móvil de sus hijos o la cuenta de internet o que no ponen precaución a los programas que ven a diario. LA PRIVACIDAD de sus hijos es tan importante que es mejor mirar para otro lado.
Niños enganchados a dispositivos móviles durante horas, en las profundidades de sus habitaciones y sin la supervisión de ningún adulto. ESA ES LA PRIVACIDAD.
Creo que la Ley de Protección de Datos no se legisló para eso. Se hizo para que no se utilice de forma ilegal los datos personales y todo lo que con ello conlleva. Acceso a cuentas, redes sociales, cuentas bancarias, compras online, etc. En ningún momento se redactó para que niños de 12 hagan lo que quieran amparados en su PRIVACIDAD.
Por eso seguiré cantando las notas en clase, bueno hasta que el Inspector correspondiente no lo prohíba a todos. Es bueno que los alumnos sientan que lo que han realizado bien sea premiado y lo que han realizado mal sea escuchado. Nadie quiere reírse de nadie, ni humillar a nadie, ni nada por el estilo.
Los profesores QUEREMOS QUE SIRVA DE LECCIÓN, que dicho acto sirva para corregir la tendencia de dicho alumno y por lo tanto reinvertir el proceso que está llevando.
Parece que el Profesor es un ogro que quiere el mal de los alumnos, y es FALSO. Cuantos más alumnos estén contentos con tu actuación más fácil será nuestra labor y por lo tanto mejor será la relación y la convivencia entre todos.
La PRIVACIDAD está bien pero creó que la estamos exagerando.

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