EL SENTIDO COMÚN

La verdad que tener un grupo de Bachillerato como el que tengo este año me llena de orgullo y satisfacción. Muchas veces juzgamos a los alumnos por las notas que sacan, pero en este caso especial, a este grupo lo juzgo por los temas que consiguen sacar en clase y que hacen que preste toda mi atención. Son muchas las reflexiones que he llevado a cabo gracias a ellos y esta es una de ellas.
 Ayer de camino a la Ciudad de la Imagen para participar en el Concurso de Onda Madrid, presentado por Nieves Herrero y que iba sobre Cultura General, apareció este tema “EL SENTIDO COMÚN”
Rápidamente tome bolígrafo y papel, comencé a diseñar los contenidos e ideas sobre esta reflexión y lo primero fue que se entiende por sentido común.

“son los conocimientos y creencias compartidos por una comunidad y considerados como prudentes, lógico y válidos. Se trata de la capacidad natural del individuo de juzgar los acontecimientos de forma razonable y actuar en consecuencia a ello”

Muy pretencioso entonces lo que quiero escribir. Hay muchas palabras difíciles de trabajar, mejor dicho muy pocas son fáciles de definir, pero vamos al lio.

Recordé en el trayecto hacia Pozuelo a un compañero de clase de Inteligencia Artificial. Cursábamos 3º curso de Ingeniería Informática en la UC3M y la profesora utilizaba mucho esta expresión. Un día este compañero viendo que el número de suspensos y repetidores era creciente, índico que explicara que era el “sentido común” para ella, pues él no lo veía tan claro cuando se ponía delante de los ejercicios a resolver. La clase derivo en algo no relacionado con la asignatura, pero la metodología de la profesora no cambio y el sentido común volvió a explicar aquello que parecía inexplicable para muchos.

Siempre que redacto un examen lo miro varias veces pensando todas las cosas que pueden hacer dudar a los alumnos, sus preguntas, que no entenderán, y siempre te sorprendes. Hay más preguntas, algunas sin sentido común …..para mí pero no para ellos. Sacar dos bolas de una urna de distinto color donde solo hay 5 rojas y 3 blancas ¿profe tiene que ser una  Roja y otra Blanca?

Lo primero que tenemos que tener claro es que habla de “conocimientos y creencia” y mal asunto.
La sociedad de hoy en día no tiene compartidos esas dos palabras. Las costumbres que se transmitían de padres a hijos se han ido perdiendo, la globalización de la sociedad ha matado dicho vínculo. Las nuevas tecnologías y las redes sociales han fomentado esa pérdida de “costumbre” y la ha sustituido por la “moda”. Es por ello que los individuos de distintas familias tienen conocimientos y creencias distintas.

Cuando explicaba hace veinte años probabilidad y hablaba de una baraja de cartas todo el mundo sabía a qué me refería. Hoy tengo que explicar que hay española (40 cartas con oros, copas, espadas y bastos) y francesa (52 cartas con corazones, picas, tréboles y rombos). El Póker ha ganado la mano al Tute, el Blackjack a las Siete y Media, La canasta o Continental al Chinchón. Las costumbres no son las mismas y sin embargo seguimos pensando que sí.

Cuando como educadores mencionamos el “sentido común” pensamos en esa base lógica que todos nuestros padres y abuelos nos enseñaron, la prudencia que ellos estaban asentados desde pequeños. Y pongo un ejemplo.

En los años 70´s muchas familias colonizaron los alrededores de las grandes ciudades. Las llamadas ciudades-dormitorio. El primer gran boom inmobiliario. Cada familia que se metió en un piso, estudio la hipoteca como algo en el que le iba la vida. Y nunca mejor dicho, era toda una vida para pagar cada una de las letras mensuales que le debías al banco. Nadie se metía en una hipoteca si no tenía unos ingresos más o menos fijos, con una estabilidad en el trabajo y con posibilidades de mejorar en los siguientes años.

La sociedad de hoy se mete en una hipoteca sin pensar mucho más. Los padres avalan dicha operación y si pasa algo ya se solucionará. Como muy mal pues dejamos de pagar un par de meses, refinanciamos, cambiamos de banco la hipoteca, o que me sea lo que sea.

Nuestros padres no tenían un conocimiento mayor que nosotros sobre hipotecas, pero si un sentido más lógico de la vida. El sentido común les hacía esperar y estar de alquiler, hasta poder realizar dicha operación con la mejor de las garantías. Actuaban en consecuencia a su situación y no pensando en que tienen los demás.

Pero no se iba de vacaciones si  la economía no lo permitía. Hoy se financia con el Corte Ingles y no pasa nada. Como no vamos a ir a Disneyland Paris, el niño puede sufrir un trauma si no va. Hace años se iba al pueblo de Toledo o Cáceres y no pasaba nada. No pasaba nada si la economía familiar no estaba para  tirar cohetes y tenías que apretarte el cinturón. Hoy financiamos, o pedimos ese dinero para que nuestros hijos tengan de todo….de todo menos sentido común.

Los profesores de hace años tenían una base lógica común para su alumnado. La mayoría de familias tenían un soporte vital común, que favorecía las explicaciones del aula. Hablar de sentido común, operaciones a la cuenta la vieja, refranes,  leyendas y costumbre era típico entre las familias. Ningún profesor tenía que explicarlo en clase, venía impreso de casa.

Hoy en día no sabemos que viene de casa. Los profesores pensamos en cómo nos educaron a nosotros y como educaríamos nosotros, pero eso ya no vale. La ley de Educación tampoco ha ayudado mucho realizando cambios en  los programas educativos cada poco tiempo, y por lo tanto dando inestabilidad al proceso comenzado. Las conclusiones sacadas han sido pocas y la base lógica creada difícil de ver.

Es por ello que los docentes tiramos de coletilla y ante cierta dificultad metodológica aplicamos el sentido común. Ese que nuestros alumnos no entienden.

En un examen de matemáticas se puso un problema de cálculo de alturas, donde se mezclaban longitudes en distintas unidades y se pedía la altura de la Torre de Hércules. Cuando resolvían el ejercicio la gran mayoría no convertía a la misma unidad y por lo tanto muchos de los resultados salían 0,55 m. Nadie utilizó el sentido común para pensar que la Torre de Hércules no podía medir medio metro, las escusas eran múltiples…no sabían lo que era, que podía ser una maqueta, que y yo que sé,  es que y un sinfín más.

Nadie utilizó el sentido común de pensar que una torre tendría que medir mucho más y haber modificado el resultado. 55 metros me parece una medida más apropiada, y por lo tanto en algun dato u operación me tendré que haber confundido.

No, la calculadora dice 0,55m , y ya está.

Es verdad que hay una parte de la definición difícil de explicar para nuestros alumnos, prudentes, lógico y válidos.

¿Pero qué es eso?

Hoy todo es válido, lo que decimos en Educación “HOY TODO VALE”. No quiero poner el ejemplo de la política, pero…..TODO VALE. Pensar cualquier noticia de la televisión y me daréis la razón. Da igual el partido que sea, VALE TODO. Y a partir de ahí, “ ancha es Castilla”

Evidentemente sobre lógica hemos divagado bastante al principio, y con los ejemplos de la hipoteca y los viajes, “toda lógica se pierde”. Y con ella la prudencia.

La hemos sustituido por diplomacia e hipocresía, las dos nuevas virtudes de esta sociedad. Cuando decimos prudencia nos referimos a no acometer actos que pongan en riesgo tu futuro inmediato. Para que esto suceda, el alumno tiene que pensar que el comportamiento en el aula le va a pasar factura en un breve periodo de tiempo. Que lo comentado en clase sirve de herramienta para años siguientes, no solo en el instituto si no en la vida. Que el camino tomado en un ejercicio va a marcar el desarrollo del mismo.

Por lo tanto la prudencia es una buena compañera de viaje.

Es verdad que la prudencia de nuestros padres era a veces desesperante, pero “ni tanto ni tan calvo”.

La sociedad ha perdido varios valores de los que ayudaban a tener sentido común. El dialogo entre las personas, el intercambio de conocimientos, el saber escuchar, el cuestionarse ciertos principios, y algunos más que ayudaron que nuestros padres lo tuvieran. Esto, unido a la soberbia de los individuos, al aislamiento social producido por las nuevas tecnologías y al anonimato de las redes sociales, ha hecho que los nuevos ciudadanos carezcan de los principios de los que hemos hablado en estas líneas.

Creo que el SENTIDO COMÚN ayuda y mucho a liderar el tipo de vida que quieres llevar. El SENTIDO QUE QUIERES DAR A TU VIDA. Entonces, cuando alguien hace referencia a él, entiendes  perfectamente lo que esa persona quiere decir , no hace falta una explicación universitaria.

La sociedad ha evolucionado, se ha globalizado, y eso no esta mal. Esta claro que hay que arriesgar  más, ser más competitivos, intercambiar conocimientos y creencias con otras comunidades. Pero también hay que pensar y meditar, que esta perdida de sentido común afecta a nuestra personalidad, a nuestra condición humana como ser racional y por lo tanto a nuestro aprendizaje.

Poniendo un  poquito de sentido común a nuestra vida, nuestra sociedad caminara por un futuro mejor 

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